Bélgica: un sistema educativo para un país trinlingüe


Tras haber visto cómo son los modelos educativos de algunos países como Finlandia o Corea del Sur y conocer de primera mano el sistema español, he sentido curiosidad por explorar cómo funciona el sistema educativo belga, ya que me ha llamado la atención porque confluyen idiomas diferentes en este país: flamenco, francés y alemán. Con tanta variedad de lenguajes, ¿cómo se organizan los belgas en temas de educación?

Según los informes PISA, los estudiantes belgas tienen resultados superiores a la media. Es por esto que he querido indagar en algunas claves que tiene el sistema educativo allí y son diferentes a lo que hay en  nuestro país.

Para empezar, la educación es obligatoria entre los 6 y los 18 años. Sin embargo, la mayoría de estudiantes prosiguen sus estudios pasados los 18, algo que España se está esforzando por alcanzar. Así, los niños en Bélgica tienen la educación primaria hasta los 12 años, tras los cual comienzan la secundaria, al igual que en España. A partir de este momento, los idiomas hablados en el país marcan una diferencia en la ruta a seguir. La zona francófona del país permite cumplimentar a los alumnos la secundaria en dos ciclos de tres años o en tres ciclos de dos. Sin embargo, las zonas flamencas y alemanas solo permiten la segunda opción. Además, la educación secundaria puede darse de cuatro formas distintas: general, técnica, artística y profesional, siendo esta última compuesta por la sección de transición, que prepara a sus alumnos para la enseñanza superior, y la de cualificación, que los preparar para un oficio.

Es importante destacar que en este país, es frecuente repetir algún año, y NO se considera un fracaso, algo que sin duda contribuye a la baja tasa de abandono escolar que tiene el país.

Otro punto es que la educación superior no obligatoria se subdivide en dos vías: la universitaria y la no universitaria. Esto es similar en España. La educación universitaria belga dura cuatro años mínimo, y la no universitaria puede ser corta (típica en la zona alemana y comprende 3 años, normalmente) y larga (de 4 años).

Algo en lo que se diferencia de España es que en Bélgica la educación puede ser religiosa o laica. Ambas están subvencionadas por el Estado, y la educación religiosa (que suele ser católica) está bajo control de la iglesia y de las comunidades en las que se integra.

Los sueldos de los docentes en Bélgica son superiores a la media de países de la OCDE, independientemente de la comunidad lingüística a la que pertenezcan. También la media de edad de los docentes es más baja.

En Bélgica, solo el 5% de los colegios son privados, mientras que es 95% restante son públicos financiados por el Estado.

Muchos adultos en el país continúan sus estudios; en Flandes, el 49% de los adultos continúa formándose pese a no ser obligatorio. Esto parece mostrar una gran motivación que los ciudadanos tienen por la educación, y como se ha visto, España ha fijado como objetivo conseguir reducir el porcentaje de abandono escolar, que actualmente se encuentra en el 15%.

 


 


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