Conflicto escolar: el alumno nunca hace los deberes

En la poca experiencia que tengo de haber ejercido como profesora, se me dio el caso de tener alumnos que en un trimestre entero no hicieron los deberes ni un solo día. Incluso sin contar con mi experiencia docente, en el instituto recuerdo a el tipo chaval que nunca los hacía. 

Me parece que en estos casos es importante analizar las causas. Como docente, al trabajar diariamente en clase con los alumnos, uno es consciente del rendimiento, capacidades, habilidades y límites de cada uno de ellos. Es por esto que creo que las medidas que el profsor debe llevar a cabo para solventar este conflicto van a variar dependiendo de la causa.

Puede darse el caso de que quien nunca trae las tareas hechas es una persona que no tiene ningún problema para seguir el ritmo de las clases, que no tiene dificultades a la hora de hacer ejercicios, etc. Y sin embargo, nunca hace los deberes. En este caso, creo que el docente debería hablar con los padres del niño, ya que él tiene las capacidades y herramientas pero por alguna causa no las emplea. En muchos de estos casos (partiendo de mi experiencia) el problema radica en que no están acostumbrados a hacerlos y en casa no les controlan, por lo que se olvidan. Creo que los padres pueden intervenir aquí, ya que en el sistema educativo actual los padres están muy involucrados en el proceso de enseñanza y deben controlar (hasta una determinada edad) que los hijos cojan determinadas costumbres educativas.

También puede darse el caso de que haya alumnos que no hacen las tareas porque no saben hacerlas. En estos casos, el docente debe ser paciente y atender a las necesidades individuales de este alumno, ya que es probable que necesite más refuerzo si el docente es además consciente de que es un alumno que a veces tiene problemas por comprender las explicaciones, lleva un ritmo más lento, etc. En relación con esto, tuve una alumna que no tenía ningún problema a la hora de seguir las clases o participar, pero nunca hacía las tareas. Resultó ser (y lo comprobé a la hora de hacer exámenes escritos, ya que en los orales sacaba muy buenas notas) que tenía una dislexia que sus padres se negaban a tratar. Esta alumna no hacía las tareas porque le costaba muchísimo escribir y se desmotivaba profundamente.

En conclusión, creo que es importante que el docente preste atención a cada alumno, siendo consciente de la personalidad, caracteríaticas, rendimiento y capacidades de cada uno, para poder actuar en consecuencia. 

 


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