La importancia de la participación escolar

 

La participación escolar es algo fundamental que debe promoverse en cada centro educativo. Es imperativo que los alumnos se involucren en su centro, ya que éste va a formar parte de sus vidas durante varios años, y tendrá un papel muy importante en su desarrollo. La opinión que tengan los alumnos de la institución en la que se forman es esencial, ya que si no tienen unas condiciones óptimas, podría condicionar su aprendizaje.

Los centros educativos cuentan con Juntas de Delegados o Asociaciones de Estudiantes en los que se reúnen tanto profesores como representantes elegidos por los alumnos para democratizar al máximo la educación, discutiendo propuestas y dando un espacio para que los alumnos ejerzan su derecho de participación en cualquier aspecto que les concierna como estudiantes. Hablando desde mi experiencia, mi instituto ofrecía actividades que promovían la participación el alumnado, como por ejemplo, dar la bienvenida a alumnos extranjeros que venían de intercambio, con el objetivo de hacer que se sintiesen acogidos. Los alumnos españoles organizaban una merienda, con comida que ellos habían preparado, y preparaban carteles de bienvenida. La merienda se realizaba en el centro educativo en compañía de profesores. Algo parecido sucedía con los alumnos más jóvenes al empezar el instituto. Los alumnos mayores daban la bienvenida a los pequeños, que a menudo estaban desorientados. Así, se les daba un apoyo y orientaba en las distintas actividades que el centro ofrecía. Durante un día, se organizaban todo tipo de juegos y actividades en el gimnasio con material deportivo, en el patio, o en clases, con ánimo de romper el hielo y que se fuesen conociendo.

Al hablar de participación escolar, no solo es importante que lo haga el alumno. Tanto los docentes como los padres deben estar involucrados también, ya que son los encargados de educar a los alumnos e hijos. Así, los padres participan en la toma de decisiones formando parte de la Asociación de Madres, Padres y Alumnos (AMPA), que se ha convertido en una parte importante de todos los centros educativos. Gracias a ella, se han promovido actividades que involucraban a los alumnos con algún fin social, como el “mercadillo solidario” que se llevaba a cabo anualmente y en el que los alumnos preparaban comida o manualidades para vender y los beneficios obtenidos se donaban a asociaciones sin ánimo de lucro. Esto me parece especialmente importante, ya que además de fomentar la participación escolar e involucrar tanto a alumnos como a padres y profesores, estas actividades contribuyen a fomentar valores de solidaridad y cooperación.